La lluvia como desencadenante de lágrimas, de recuerdos.. de miedos. Valemos al paraguas como protector y no entendemos el sentido de las gotas con intento de suicidio en este mundo invertido. No sabemos qué parte nuestra será mojada y eso nos aterra; nos asusta lo inoportuno, lo irreversible y por eso nos oponemos.. Porque no podemos interpretar lo que nos quieren gritar; no entendemos que cada gota representa una situación en nuestra vida; momentos inclinados a la felicidad, a la angustia, y nos molesta no saberlo de antemano, mojarnos adentro del ojo, sufrir un enojo.. La vida no nos avisa, solo estaciona donde le parece; donde el destino la llama; las oportunidades llegan igual que los disgustos, por qué escondernos de la simple ecuación de la vida? un poco de felicidad, de problemas, de silencios, de incógnitas.. por qué negarnos de tanta vitalidad; cuál es el problema? sabemos llorar, gritar,
reir de felicidad..
