If you're brave to say "good bye", 

life will reward you with a new "hello" 

Paulo Coelho.

Un día en el techo del mar

Respiro libertad, silencio, respeto.. el tabú de este milenio. Circulan bosquejos de pasados, arquetipos imaginarios, todo es tolerado. No sé si son las estrellas o la ausencia de mi alma migrante de mundos congelados que incitan a mi cuerpo bailar una especie de temblor medio inhumano, medio despiadado; inesperado bajo tanto calor y cansancio de una muchedumbre de cuadrados.. 

Mis ojos sienten desde el infinito esos dos titilantes mundos que deben separarse, abandonarse; los acompaña mi espíritu con un par de gotas derramadas sobre mi cara como testigos de las brazas de mi alma.. como si me dibujaran mapas encerrados en recuerdos; pistas directas a tu cuerpo, a innumerables deseos..

Todo se distancia.. quizá sea hora de volver a caer en todo aquello que veo con los ojos abiertos; tal vez ya sufrí lo suficiente para conformarme con otra partida, conexiones ultramarinas. Vuelvo acá y pareciera que algo quiere estallar; mi cabello vuela con el viento pero todo aparenta detenerse.. todo menos esas lágrimas que logran caer finalmente al techo, uniendo dos universos.. 

Sin renglones ni puntos finales

Cómo voy a poder dormir sin el sosiego de saber que todo marcha bien ¿Acaso sé lo que es estar bien? Todos los días me dejo recorrer por ideas y sentimientos que me permiten abastecerme de nuevos mapas que me ayudan a escapar de esta épica exclusiva realidad; la vicisitud de esta vida sin renglones ni puntos finales logra un exilio continuo de mi mente en este cuerpo abatido por la imposibilidad de poder al fin volar. La esquizofrenia de mi yo más mío impide usar mis ojos como una simple normal.. aún no llego un acuerdo con mis dos universos; allá no hay dimensiones y aquí se me gasta el cuerpo, el tiempo..

No quiero duelos de cada encuentro, pero entiendo que sería un delito volver a contaminar espacios que me aguardaron en mis viajes extravagantes, cuando suicidarme del martirio que contiene este mundo inaudito se convierte en la única alternativa; cuando extrañarte se hace desesperante y buscar contemplarte en otra parte consiste en rellenar los kilómetros que cuestan silencios, reservas de amor cuando a metros te veo. ¿Qué secreto atesoraste bajo mis sesos que me ofusco cada vez al no ver una parte de vos en el resto? No sé si quiero seguir con esto; es cada vez mas difícil encontrarte en los sueños, ya no es un deseo, ya no puedo reemplazarte con el viento!

Aire de sábado

Hay algo que me encandila cuando miro hacia arriba en busca de una señal; quizá la respuesta que nadie me supo dar. Tal vez sea este aire de sábado desgastando los restos de viernes, de un pasado que prometió eternidad..  

No creo poder seguir de la mano con esa parte mía que descubrí; con esa francine que me cuesta admitir. Todo sigue ahí; muriendo y luchando por vivir. Yo prefiero sumergirme en el río de mis pensamientos, encontrarlos desnudos, imperfectos. Prefiero jactarme de momentos que llenen el desconocimiento de las mentiras con las que nacemos. Lo llevo en la sangre, me compete; pero ya nadie mira en los ojos del resto.. Frente a tanta monotonía  soy un defecto; no veo puertas ni fronteras de espera, no veo silencios ni camuflajes que me mientan.. cada mirada es un portal al alma.

La gente se ha convertido en verdaderos antropófagos de sí mismos; como un ritual, como una rutina.. las cabezas se disipan impolutas en contenedores que impiden girar hacia la derecha, hacia la izquierda. Es inquietante encontrar raíces tan fuertes como la de los baobabs; raíces que prometen hundirse en túneles con dirección a un centrifugado de ideas.

La lluvia como revividora de tristezas, recuerdos y anhelos; la lluvia como marea del mar; que te moja y se va... tus pies desesperados por correr y a la vez deseando volver a sentir ese frío de aquella vez, de plantarse en el engaño de un presente como pasado.

Es natural extasiarse ante lo extraño cuando la vida fue siempre tan banal

Francine Rostán.

¿Dónde se esconden las horas cuando el tiempo aprendió a volar, a escaparse de mi vida? Tengo la visión enagenada de la realidad; la sinceridad se disipa impoluta junto con el pecado de la verdad, de esta rutina de falsedad que fue convertida en habitual, normal. De repente me encuentro rodeada de gente con sus ojos amarrados a la inercia de una vida sin sentido; una simple complicidad de un mundo reducido al contorno de un mundo ideal, irreal. La autenticidad se pasó de moda y la sintonía en la que me encuentro se parece más a un melodrama que a un cuento de hadas; la distancia sentimental y en kilómetros que nos separa me ofusca  ante cualquier posibilidad de progresar, de volverme a enamorar. Es que aún no entiendo cómo no hay dos como vos, o alguien que te des-habilite el puesto que tenes en mi corazón. Te necesito tanto por Dios! Inconscientemente creé una simbiosis con tu personalidad que se me convirtió en el único modelo que aceptaría en el caso de reemplazarte algún futuro inmortal. Demasiado maniático, cándido y hasta nefasto diría, pero un amor como éste, atiborrado de pasados, sueños y pensamientos, no se deja manipular por la conciencia de saber que con la fuerza con la que crece, puede ser destrozado como un vaso; a veces estallando en mil pedazos, a veces con una partidura silenciosa..