Respiro libertad, silencio, respeto.. el tabú de este milenio. Circulan bosquejos de pasados, arquetipos imaginarios, todo es tolerado. No sé si son las estrellas o la ausencia de mi alma migrante de mundos congelados que incitan a mi cuerpo bailar una especie de temblor medio inhumano, medio despiadado; inesperado bajo tanto calor y cansancio de una muchedumbre de cuadrados..
Mis ojos sienten desde el infinito esos dos titilantes mundos que deben separarse, abandonarse; los acompaña mi espíritu con un par de gotas derramadas sobre mi cara como testigos de las brazas de mi alma.. como si me dibujaran mapas encerrados en recuerdos; pistas directas a tu cuerpo, a innumerables deseos..
Todo se distancia.. quizá sea hora de volver a caer en todo aquello que veo con los ojos abiertos; tal vez ya sufrí lo suficiente para conformarme con otra partida, conexiones ultramarinas. Vuelvo acá y pareciera que algo quiere estallar; mi cabello vuela con el viento pero todo aparenta detenerse.. todo menos esas lágrimas que logran caer finalmente al techo, uniendo dos universos..