Víctima de sus antojos

Qué difícil es encontrar un culpable cuando se trata de un vos y yo. Qué desgarrador se siente saber que nunca conociste el amor, estando yo a tu lado. Tenerte fue mirar tu foto todos los días, fue un beso y verte en la ruta cada vez más chiquito desde mi ventana, mirarte y aún así extrañarte. Creí en vos, en nuestro amor y aprendí que mentir es un oficio y la confianza un dique de castores.. Me acostumbré a quererte y odiarte a la vez; a llorar por la imposibilidad de quererte olvidar. Ya no me sirve desquitarme con chocolates; ya no alcanza para llenar el vacío que tu dejas, ni la dulzura de tu mirada, de tus palabras. Es inútil compararte con comida que dura menos que una sonrisa al recordarte; inútil volver a intentarlo.. Con vos no es que me dí la cabeza contra la pared; sino que me topé una y otra vez, con rosales clavándome miles de espinas, mareándome por el dolor y el bello aroma que confundía con amor.. No quiero perderte, y sé que lo hice hace tiempo. Desafiemos al reloj y vivamos el mundo que creamos los dos; éste ya me eliminó de vos.. Me dijiste que quizá no me querías como yo lo hacía, pero cómo saber hasta dónde si lo mío por vos nunca llego a un fin.. Me gustaste aún después de engañarme; cómo no perdonarte la locura de una vida sin censura? Cómo culparte por haberme enamorado? No todo tiene un fin, pero sí un ahora y un aquí; y termino así, como un anzuelo sin éxito, con el deseo de atrapar sólo una respuesta.

Atada por la imposibilidad

Salada de tantas lágrimas; casi segura de estar dentro del mar, ahogándome por mi propia desdicha. No podría estar más cansada de ser yo misma porque tiempo no tengo, sino claro que moriría. Camino por las calles con mis sentidos confundidos y me pregunto qué tienen mis ojos que me nublan la visión; en dónde me encontraré que todo se distorsiona, nada me apasiona. Es algo extraño admitirlo, pero necesito un milagro, uno que me traiga un abrazo que me proteja de todo daño, que dure más que un engaño.. Mi conciencia me ayuda; me aconseja como si fuera una cualquiera. Recuerdo escuchar tropezón no es caida, pero cómo sostener mis talones si el suelo arde; arde de inconciencia, de demencia.. Me niego a dormir sin saber antes, sobre mi porvenir; me niego a morir, pero tampoco quiero vivir así. Supongo que el dramatismo de esta índole me aterra. Nunca pretendí deprimir este texto sin solución, pero el viento del enojo hace que todo suene vertiginoso, ansioso, desgraciado. El consuelo de un nuevo día ya no me anima si durante un mes espero ese día. Exijo terminar con esta pesadilla; ya no es divertida esta condena.

El sabor de la realidad

Lo mejor se aproxima, en algún momento. Mientras, sigo anhelando pasados rosados; futuros fríamente calculados; el cambio de éste lastimoso ánimo.. Aún no logro entender cómo fue que sucedió esta mala racha; cómo fue que me tropecé con algo tan grande y no lo pude ver, no lo sé. Todo parece asemejarse a un torbellino; uno de esos que agrupa los peores momentos y los hace girar y girar hiriéndote cada vez más. Yo sé que en algún momento parará; que habrán también, días de felicidad, pero el tiempo no existe aquí y la espera se hace absurda. La confianza en ruinas; el amor esfumándose.. nada parece tener solución y sé que la hay. Sé que en algún momento reirán de la rebeldía que ahora, intentan procesar; sé que sonreiré cuando recuerde las locuras que hice y haré por tenerte; sé que este dramatismo será un recuerdo y nada más. Pero quién me asegura la felicidad del ahora? Quién me borra las lágrimas que en mi cara quedan marcadas? Quién me promete un arco iris sin colores en descomposición? Nadie. Estoy siendo atacada por moustros que sentía conocer; las lluvias se apoderan de estos días y yo sigo sin dar señales de vida; esta sequía de alegrías me aleja de la gran vida, de alguna posible salida.

Esta soledad que llueve sin descansar.. sin dejarme escapar.

Aunque terrible es comprenderlo, la vida se hace en borrador, y no nos es dado corregir sus páginas. E.Sábato.

Situación abstracta

Sigo sin entender. Por qué llueve tanto si no hay nubes que culpar; y si es así, por qué no veo un arcoíris, una señal de que algo bueno comenzará.. Definitivamente, no nací para estar junto a ti. Definitivamente eres un impostor y te llevaste todo mi amor. Se me hace difícil discernir entre el deseo y la necesidad cuando actúas con tanta espontaneidad; me ubico en un punto fijo y empiezo a constrstruir suposiciones; te dibujo de distintos planos y aún no logro encontrarte el defecto dominante, ese que te despoje de la idea de que seas inmejorable y no solo imaginable; es que fuiste vos quien me saco una sonrisa cuando apenas podía respirar, quien me hizo llorar tanto como pez en el mar; donde nunca lo podrías notar.. Me llevaste bajo tierra y por encima del cielo; el delirio completo de una parábola de amor. Quisiera poder gritarte con este bozal de obligaciones. Desobedecer el orgullo que sostiene mi mirada; quitarle la barrera a ese conciente que me habla en matemáticas, una vida al cuadrado y dividida en problemas; poder dejar actuar al inconciente en mí y caminar por un puente de caramelos de colores, a un mundo sin fronteras ni incertidumbres; sin límites para las decisiones. Una vida abstracta, sin predicciones; sin pasado ni futuro, un mundo diseñado a tu estilo.