Víctima de sus antojos

Qué difícil es encontrar un culpable cuando se trata de un vos y yo. Qué desgarrador se siente saber que nunca conociste el amor, estando yo a tu lado. Tenerte fue mirar tu foto todos los días, fue un beso y verte en la ruta cada vez más chiquito desde mi ventana, mirarte y aún así extrañarte. Creí en vos, en nuestro amor y aprendí que mentir es un oficio y la confianza un dique de castores.. Me acostumbré a quererte y odiarte a la vez; a llorar por la imposibilidad de quererte olvidar. Ya no me sirve desquitarme con chocolates; ya no alcanza para llenar el vacío que tu dejas, ni la dulzura de tu mirada, de tus palabras. Es inútil compararte con comida que dura menos que una sonrisa al recordarte; inútil volver a intentarlo.. Con vos no es que me dí la cabeza contra la pared; sino que me topé una y otra vez, con rosales clavándome miles de espinas, mareándome por el dolor y el bello aroma que confundía con amor.. No quiero perderte, y sé que lo hice hace tiempo. Desafiemos al reloj y vivamos el mundo que creamos los dos; éste ya me eliminó de vos.. Me dijiste que quizá no me querías como yo lo hacía, pero cómo saber hasta dónde si lo mío por vos nunca llego a un fin.. Me gustaste aún después de engañarme; cómo no perdonarte la locura de una vida sin censura? Cómo culparte por haberme enamorado? No todo tiene un fin, pero sí un ahora y un aquí; y termino así, como un anzuelo sin éxito, con el deseo de atrapar sólo una respuesta.