ddd

ddd

sábado, 6 de octubre de 2012

¿Dónde se esconden las horas cuando el tiempo aprendió a volar, a escaparse de mi vida? Tengo la visión enagenada de la realidad; la sinceridad se disipa impoluta junto con el pecado de la verdad, de esta rutina de falsedad que fue convertida en habitual, normal. De repente me encuentro rodeada de gente con sus ojos amarrados a la inercia de una vida sin sentido; una simple complicidad de un mundo reducido al contorno de un mundo ideal, irreal. La autenticidad se pasó de moda y la sintonía en la que me encuentro se parece más a un melodrama que a un cuento de hadas; la distancia sentimental y en kilómetros que nos separa me ofusca  ante cualquier posibilidad de progresar, de volverme a enamorar. Es que aún no entiendo cómo no hay dos como vos, o alguien que te des-habilite el puesto que tenes en mi corazón. Te necesito tanto por Dios! Inconscientemente creé una simbiosis con tu personalidad que se me convirtió en el único modelo que aceptaría en el caso de reemplazarte algún futuro inmortal. Demasiado maniático, cándido y hasta nefasto diría, pero un amor como éste, atiborrado de pasados, sueños y pensamientos, no se deja manipular por la conciencia de saber que con la fuerza con la que crece, puede ser destrozado como un vaso; a veces estallando en mil pedazos, a veces con una partidura silenciosa..