ddd

ddd

domingo, 23 de septiembre de 2012

Día gris

del 30 de Mayo del 2011

Un día nublado y con ganas de irse a dormir temprano, un día como hoy que quiere llorar y no puede, que se deprime con su gris marmolado y no deja más que un silencio con ganas de no callar jamás. Un día como hoy que la palabra desamor suena tan fuerte al corazón, un día como hoy que me duelen hasta las ganas de respirar. Empiezo a mirar fuera de mí y todo empieza a tener sentido. Le encuentro sentido a este dolor de cabeza, provocado por tantos golpes fallidos, por tantos pensamientos indebidos; este dolor que hace que funcione sólo la razón y no el corazón. Ni una sobredosis de medicamentos podrían acabar con este pesar, yo sé de que se trata este malestar; tendré que empezar a cambiar.. sí, esas metas absurdas que me hacen tanto mal, cambiar esa mirada de necesidad por una de voluntad. Y no todo termina acá, sino que mis pies también se han de quejar; dónde habré metido la pata? Dónde me habré enterrado que no es sólo uno, sino ambos? Esa fuerza que provoco día a día para no ver la realidad me ha de dañar, esa fuerza que hace que camine hacia otro lugar, que no pueda avanzar con el destino que me toca transitar. Me duelen hasta los talones por no querer avanzar, en esta realidad; siento que los uso como anclas para poder detenerme a mirar un pasado que nunca más podré tocar y menos olvidar. A veces perder algo es una forma de ganar todo; a veces perdiéndote a ti gano la libertad de mi corazón, a veces olvidándome del rencor hace que gane todo tu amor.. a veces ninguna de las dos. El tiempo corre y aún no encuentro forma de pausarlo ni adelantarlo, simplemente porque el tiempo es la tardanza de lo que está por venir; nunca tuvo principio ni tendrá final, porque es como una rueda, y rueda es eternidad; si lo divido y le pongo límites es solo para saber lo vivido y lo que me resta vivir, una rutina sin fin.. No especularé más en este mundo fugaz, sólo pido perdón y por favor a este dios del que controlada soy. Si tenemos destino es porque alguien lo dijo, porque somos marionetas del bien y del mal; somos sims que nos han de programar para jugar un juego muy eficaz, no tenemos decisiones, sino el pensamiento que optamos por algunas; ya tenemos la vida escrita, pero podemos vivirla de manera distinta. No voy a dejar que mi titiritero se aburra, ni que un día gris como éste me saque las lágrimas que no puede derramar..