Logré que el silencio cantara, entender miradas esclavizadas; sin querer me olvidé del habla, de cómo usar las pestañas. Las letras que intento anexar recorren como gotas mi cara; se buscan, se extrañan, se fulminan en la nada; son lágrimas del alma que aquí son contaminadas de lo que creo ser de vez en cuando. A lo mejor mi amor por vos llega con una dosis de error de la que drogada estoy; quizá sea pura obsesión; quizá sea lo único claro que tenga mi corazón..
Llueve noviembre, llueven mis ojos, llueven las ganas de seguir así, tan sensata e infeliz! Si las personalidades sufren deformaciónes, coherente es pensar que pueden volver a su forma original, a volver a fallar.
Mares de penas filosas; heridas que sollozan frente estas aguas saladas que derraman miradas irritadas, castigadas en la absoluta soledad imperdonable, indeseable..
Quizá las ganas de correr no puedan ver mis rodillas atornilladas a un rehacer.. Focalizar en los detalles del segundo anterior y hacerle un duelo a cada expresión.
Puedo ser feliz así; sabiendo que guardo una parte de vos para cuando mi destino sea lo mismo que el tobogán de la esquina; como la vicisitud de una vida donde la suerte duerme demasiado; como los extremos de amor que siento al mirarte de frente despierta o aspirándote.
Aún no entiendo cuál es el disparate..
