Y sentir que comienzo al revés; como si en vez de haberte encontrado, te perdí alguna vez. Jactarme de tu mundo y entrar a buscar-te; encontrar un mar o el cielo, ya no me acuerdo cómo diferenciar. Tu sal empieza a arder sobre mi corazón como si curara una especie de herida abandonada, olvidada. Hay un vacío dentro de otro vacío, sombras volviéndose dementes porque no saben a quién seguir, si ellas tampoco han de existir. Mirarte a los ojos y recordar historias que no fueron pero quisieron vivir dentro de mí. Te respiro y te como de a poco; es que tus palabras alimentan mis ganas de amar, y es que al alma también hay que alimentar. Mi locura encontró esa utopía autentica en tu voz, en esos besos que grabaron una canción en mi yo. Despego en cada caricia, en cada sonrisa; volver de esa eventual realidad y dibujar portales para no perderte más, para no dejar de soñar en esta loca realidad.
