Me gusta mirarte, e intimidarte en el intento. Me gusta encontrar la noche, el dia en vos; no hay polos ni matices, simplemente un hilo que sigue, no para, no descansa, no se enrieda, tampoco se endereza. Si quiero te vuelvo a empezar, te vuelvo a abrazar. Son labios que no se gastan de hablar, tampoco de besar; son labios que no se dejan secar al sol, que entre grieta y grieta hay un oasis de reserva, hay siempre una sonrisa que las deforma, hermosamente. Te desnudo con la mente y me acaricias con miradas; nada más divino que encontrarnos en las almas de las estrellas, con la luna guiñándonos un ojo, iluminando nuestros defectos para aprender a quererlos, también. Deja en libertad esa palabra entre tus dientes, sabemos que el silencio la asusta, que no quiere morir ahi, quiere volar hasta mis oídos y volver a ti por mis ojos; déjala latir, que una vida nueva no deja de existir por más oculta en la sombra nocturna, déjala fluir..
