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Me explota la cabeza, de tantos segundos acumulados sin acción, o con la acción de la inactividad. Y eso me atormenta, me apunta con una bala de recuerdos amenazándome a un agujero negro en el tiempo corriendo, con un ojo ahí y otro en mí, como ver pasar la vida con la mía sin sentido ni movimiento. No voy a ser atrevesada por dicha desdicha, esquivar las adversidades nunca me salió y las secuelas de cada una me piden equilibrio mental, dejar de nadar en agua de mar para empezar a volar en un cielo insipido y entero de paz que pueda penetrar en mi alma, tan permeable a esta vida como lo fue siempre, y como siempre, tan fuerte para poder volver a abrir los ojos, una vez más.Esto comenzó sin intencion, como toda magia. Ahora debería encontrarle un final, para poder encajar en ese rompecabezas de las reglas en sociedad. No me interesa moldearme a esa realidad, irradiá-