He cometido un error, tal vez dos el día de hoy. Te inventé un papel que nunca podrías ni actuar; dibujé un momento que carecía de realidad; simplemente no te quería dejar de amar, no conciliaba con mis ganas de contemplar. Pero pude aprender a mirar las heridas que aparentaban ser sonrisas y eran solo lágrimas reprimidas. Pude oír mi voz interior que pedía por favor con tanto temor.. Me sentí como en un lugar nuevo, ansiosa por descubrir qué más se escondía en mi; deprimida por percibir que no sería lo mismo sin ti. Pensar que todo esta bien me hace descomponer; no puedo vivir con un bosquejo de ideales si aún no puedo superarte; éste es el masoquismo de mi arte, mi quita penas al instante. No sé cómo haré para terminar este retrato de mi personalidad que no me deja vacilar ni confundirme al mirar. Te anhelo y es muy cierto, pero compartirte con los celos, obsesión y amor no es la mejor opción, y menos si interviene la ignorancia que me parte en dos este absurdo corazón. Ya no tengo oportunidad para mostrarte mi afán; odio tener que espantarme con mi propia debilidad, creerte capaz de que puedas cambiar. Y no quiero más abatirme en tu inhabilidad de no saber valorar; no quiero más ejercitar mi tristeza disfrazándola de afecciones y nuevos amores; quiero dividir penas y multiplicar risas; quiero jactarme del éxito que deseo, poder verte y no quererte.
