ddd

ddd

lunes, 18 de julio de 2011

Te quiero junto a mí-

Ya no puedo más esconderme bajo mi actitud superada; esto me está haciendo mal y no he hecho nada más que amar-te. Exagero cada detalle para no dejar de adorarte y lo cierto es que ya no practicas esa arte; ahora te dedicas a ignorarme, y qué bien te sale! Tres años no pasan en un instante y menos si siempre fuiste importante. ¿Cómo hacer para olvidarte? Si brotas por todas partes; ya estás en mi sangre. Amar es darle el poder a una persona para destruirte y confiar que no lo hará; claro está que me has de engañar si dices que me quieres; es que ya no puedo más irme a dormir sin pensar lo mucho que me has de faltar. Nuestro amor un día se despertó pisando con el pié equivocado y desde entonces nos ha condenado. Ambos juramos no volver a atarnos y mucho menos titularnos; pero esto me está haciendo mucho daño. La simbiosis que he creado estos años no se acostumbra tan rápido a ser soldado de un ejército vendado. Una vez que logras recuperar tu memoria, viene el orgullo y te pinta otra historia que no tiene escapatoria. Tengo la llave de nuestra salvación pero tú sigues en esa absurda confusión. Tus presentimientos entraron en caos y ya no sabes cómo responder a esas tentaciones que te están hundiendo lentamente; ya no sabes qué esta bien y qué esta mal. De todos modos, nadie nunca lo sabrá porque tampoco existirá jamás esa posibilidad. No quiero programarte como un lava-ropas que saca lo que estorba; sólo quiero que aceptes tu debilidad a aceptar la verdad. Tu crees que eres un egocéntrico sin igual y claro que es verdad; pero con la diferencia de que al creerte superior no puedes igualarte con nadie de tu espesor, y buscas verte mayor con seres mediocres del montón, que no merecen ni la ilusión que entregas con alusión. Me temo que lo nuestro se acabó pero me es inevitable no recordarte cada segundo al respirarte. El destino se fastidió conmigo y ahora lo pago con esta sentencia que parece una rueda. No busco más que liberar lo que mi corazón quiere gritar; si sé que mis esperanzas son iguales a una lluvia en el desierto de Atacama; simplemente una utopía en mi mente, pero que llevaré por siempre.